Tiempo de reflexionar

Se acerca un nuevo cumpleaños, es la fecha que más me gusta del año, pero esta vez no sé, es extraño, no siento esa fecha como mía, o que de verdad ya cumpliré otro año más, pasó todo tan rápido quizás que aun no asimilo que el sábado ya tendré 19 y que se acerca fin de año y que sí, aun no sé que estudiar, que dejé muy de lado lo que es la psu, que sencillamente nada me motiva y me mueve el piso para querer entregarlo todo y esto me pasa en todo ámbito, no encuentro el motivo por el querer hacer cosas, de verdad que ando muy en el aire esperando caer. Bueno me interesaría poder analizar el año entero que se me va, mis 18 completitos, ellos partieron cuando me enteré de una noticia horrible y que me terminó por romper el corazón, si a los 2 días de haber cumplido 18, pero 2 días después llegó la persona que cambió todo eso, que me hizo creer en el amor, en la unión y que al fin con esa persona pude sentir lo que nunca había sentido, con la que aprendí a amar, reclamar, perdonar y seguir amando, porque sé que lo sigo haciendo. Luego fue el término del periodo escolar, cuáticos momentos, lloriqueos y momentos inolvidables, después un verano perfecto, donde pude verte a ti y estar contigo, 50 años de matrimonio de mis tatas, nada más hermoso que vivir esa ceremonia, hasta que paf nos masacra un terremoto, como lloré y sufrí con todo eso, ver mi querido concepción en el suelo, lejos uno de los episodios más fuertes de mi vida. Trabajar, siempre dije si este año no estudio trabajo, me gano mi plata, soy del proletariado de mi país que con orgullo se gana lo que tiene, 6 meses estuve en eso, una experiencia bacán, sufrí, reclamé, pero sobre todo conocí a gente maravillosa que al volver a verme sonríe de felicidad, lo que me llena el corazón, me compré mi gran adquisición, un netbook, lo más caro que tengo, cuático ver que puedes tener algo tuyo, con tu esfuerzo, lo ves de otra forma, creces. Este año he madurado más que nunca, aprendí a amar, aprendí a perder a sufrir verdaderamente por amor, aprendí a valorar, aprendí a vivir una tragedia a que la vida no es color de rosas, a que la vida es dura y pucha que golpea fuerte, a que no todo lo que quieres será dado en bandeja, a que amar no es suficiente para que las cosas pasen, que el dinero no hace la felicidad, pero que ayuda, que mis papás se sacan la cresta por mi, que no sé que estudiar y tengo un miedo gigante frente a eso, aprendí a bancármelas sola, a caminar por Santiago y amar mi ciudad, a recorrer calles y calles sin perderme, a observar a la gente a creer en que nada es imposible, abrí los ojos, y por sobre todo me aferré a ti Dios, aunque muchas veces sentí que me la podía sola, que ya estaba grande, pero grande quedó mi estupidez al creer que sin Ti sería una persona feliz, jamás, Tú Dios eres el sustento, el que me ha enseñado todo lo que aprendí este año, el que me vio caer y el primero que me levantó, el que me regaló las alegrías que me hicieron creer y el de las tristezas que me hicieron aprender, madurar y necesitarte.
Agradezco todo lo vivido este año, a demostrarme que soy vulnerable, pero que puedo, que valgo, que soy inteligente y hasta bonita, que hay que tomar el cuento y hacerlo tuyo, que con amor, dedicación, claridad e integridad lo que quieras puedes hacer, y jamás dejar de creer, en ti y en Dios y que muchos te podrán fallar, pero tu familia nunca.
y así no más.